La demanda de implantes capilares se ha multiplicado por tres en los últimos años. Es una técnica quirúrgica que consiste en extraer folículos pilosos de zonas en las que el cabello no se cae e implantarlos o trasplantarlos en aquellas otras en las que se ha caído.
El implante de pelo debe realizarlo un equipo médico especializado y experimentado ya que es una técnica que requiere de gran destreza y hay muchos factores que pueden dar al traste con el tratamiento.
Para obtener unos buenos resultados es fundamental una correcta extracción de las unidades foliculares, así como el tratamiento de las mismas antes de ser reimplantadas. Además, para que la nueva cabellera tenga un aspecto natural y no sea antiestética los folículos trasplantados se deben de colocar en el número adecuado y en el lugar correcto.
No debemos olvidar que el implante de pelo es una cirugía. Es un procedimiento quirúrgico indoloro que se realiza con anestesia, pero que como toda intervención puede tener complicaciones en el postoperatorio, aunque, no es frecuente que esto ocurra.
No todas las personas son aptas para someterse a un implante capilar. Es conveniente que la caída de pelo haya cesado, es decir que la alopecia haya llegado a su punto álgido. Por eso, el implante de pelo no debería realizarse en varones jóvenes.
En el implante capilar existen dos tipos de técnicas:
.- FUE (Follicular Unit Excision o extracción de unidades foliculares).
Es una técnica basada en micro-injertos. Para ello se extraen folículos uno a uno o en pequeños grupos de una zona poblada del paciente y se insertan en la zona despoblada. Esta técnica al ser poco invasiva, permite una rápida recuperación, no deja cicatrices, no existe rechazo ni perdida de sensibilidad y sus resultados son definitivos. Es el procedimiento más eficaz, pero también el más caro.
.- FUT o FUSS (Follicular Unit Strip Surgery o técnica de extracción de unidades foliculares con tira).
Esta técnica es más agresiva que la anterior ya que hay que extraer una tira de cuero cabelludo del paciente mediante corte quirúrgico para posteriormente, extraer mediante corte, las unidades foliculares de la tira que más tarde se irán implantando en las áreas alopécicas por medio de micro-incisiones. Este tipo de implante sí requiere anestesia.
El especialista será el que decida cuál es la mejor técnica a emplear en cada caso, igualmente, un buen profesional debe informar al paciente acerca de los resultados que se puede obtener según las características de éste, evitando con ello expectativas muy alejadas de la realidad.