La depilación láser ha supuesto una auténtica revolución en el mundo de la dermoestética. La clave de esta técnica está en la destrucción del folículo piloso mediante un láser que genera calor en el tallo del pelo, calor que es conducido hasta el folículo. Este sistema hace que solo se pueda aplicar a vello en fase de crecimiento, es decir con tallo. Los folículos en reposo no pueden ser eliminados con luz láser, por lo que los tratamientos se han de aplicar en varias sesiones.
La duración del tratamiento vendrá dada por el tipo de vello y zona a tratar. Según la zona, se requiere más o menos tiempo entre sesión y sesión. Este tipo de depilación suele comenzarse después del verano para tener tiempo suficiente de dar las sesiones necesarias antes del verano siguiente, aunque ya existen láseres que permiten el tratamiento en cualquier época del año.
La depilación láser debe ser realizada por personal especializado ya que puede llegar a ser peligrosa pues puede derivar en algún tipo de quemadura en la piel. Es más, la presencia de un médico debería ser fundamental para garantizar la seguridad y bienestar del paciente, ya que sería el encargado de determinar el tipo de láser a utilizar en función de las características del vello, color de piel o zona a tratar.
Ventajas de la depilación láser
- Elimina el vello definitivamente
Las cuchillas o la cera no impiden el crecimiento del vello, mientras que el láser lo elimina de manera definitiva en apenas unas sesiones.
- No hay riesgo de pelos enquistados
Riesgo que si existe con la depilación a cuchilla o con cera cuando algunos pelos empiezan a enquistarse bajo la piel produciendo pequeñas heridas que pueden infectarse.
- Es una inversión rentable
Aunque las sesiones de láser puedan en un principio parecer más caras que otros métodos de depilación, a la larga, son mucho más rentables porque producen efectos definitivos, con lo que una vez acabado el tratamiento ya no es necesario volver a la clínica
- La tecnología ha mejorado mucho
El láser de diodo ha proporcionado una mayor precisión en el tratamiento, así como un mejor cuidado de la piel en las zonas a depilar.
- Es prácticamente indoloro
Algunos tratamientos como la cera suelen resultar bastante dolorosos especialmente en determinadas zonas con la piel más sensible. Con la depilación láser a medida que van avanzando las sesiones las molestias van disminuyendo hasta casi desaparecer, por lo que, llegará un momento en el que no sentirás dolor al depilarte.
- Se puede realizar con cualquier longitud del pelo
Es una técnica aplicable teniendo el vello corto. No hace falta una longitud en el pelo excesiva para que sea más eficaz.
Inconvenientes de la depilación láser
Aunque no son muchos, la depilación láser también puede presentar algunos inconvenientes, he aquí alguno de ellos.
- Molestias y ardor
El láser puede producir cierta sensación de quemazón, especialmente en zonas más sensibles y sobre todo en las primeras sesiones. Esta sensación irá disminuyendo hasta desaparecer en sesiones sucesivas. Una crema anestésica puede ser una buena solución para este problema.
- Vello fino y claro
Este tipo de vello es más difícil de eliminar con esta técnica ya que tiene más dificultad para absorber la luz del láser.
- Pieles oscuras
En este tipo de pieles el dolor es mayor y la eficacia menor. En estos casos será el especialista el que debe hacer una evaluación previa antes de empezar el tratamiento, aunque ya existen láseres que minimizan los riesgos en estas pieles.